Imperfecciones
Las imperfecciones de la piel, como el acné inflamatorio con póstulas y nódulos, las infecciones cutáneas que requieren atención especializada, y los persistentes comedones (puntos negros y blancos), son problemas comunes que pueden afectar significativamente la apariencia y la confianza que el tratamiento de K-Láser puede solventar en una sola sesión.
Piel sensible
Calma a piel, reduce la inflamación, fortalece los vasos sanguíneos y mejora la apariencia de la piel, solucionando aficiones como la rosácea, las telangiectasias y el couperose. Además, ayuda a reparar capilares rotos y microvarices superficiales.
Manchas y cicatrices
Este tratamiento está diseñado para reducir la hiperpigmentación, aclarando eficazmente las manchas existentes producidas por el sol, la edad u otras causas. Además, suaviza la apariencia de las cicatrices, mejorando la textura general de la piel y promoviendo un tono más uniforme y luminoso.
Lesiones cutáneas benignas
Como los acrocordones o las verrugas, se eliminan de forma segura y eficaz, minimizando el riesgo de cicatrices y mejorando la apariencia de la piel.
Flacidez y pérdida de densidad
El K-Láser es un tratamiento de rejuvenecimiento facial sin agujas ni intervenciones invasivas con el que conseguimos estimular la producción de colágeno y elastina, reafirmando el rostro, mejorando la textura de la piel y restaurando su vitalidad de forma natural.
Cuidados postratamientos
La recuperación después de tratamientos estéticos invasivos, como los peelings, es crucial para optimizar los resultados y minimizar los riesgos. K-Láser puede ser un aliado valioso en este proceso, ayudando a acelerar la curación de la piel, reducir la hinchazón, y estimular la regeneración de los tejidos, promoviendo una recuperación más rápida y confortable y contribuyendo a un mejor resultado final.